01 marzo 2010

La Muerte como consejera.

Catástrofes. Terremotos, tsunamis, volcanes que vomitan lava y cenizas de manera repentina, huracanes, inundaciones, aluviones. La Madre Naturaleza cada cierto tiempo se vuelve una madre destructura y cruel. Así como nos da la vida, al siguiente instante nos la quita.
Estos eventos, como el terremoto del Sábado de madrugada, nos ponen durante algunos minutos de frente a la muerte. Nos fuimos a dormir indiferentes, o preocupados por que el Lunes ya es Marzo, tuvimos un día agotador, el Domingo tal vez teníamos un almuerzo familiar, etc. Nadie piensa en la muerte.
En la modernidad la muerte es un asunto lejano. La expectativa de vida ya se encumbra sobre los 80 años, así que los que se mueren son siempre otros. Es un tema desagradable de conversar y lo mejor es evitarlo.
En la época medieval la expectativa de vida no pasaba de los 23 años. Una persona de 40 años ya era un viejo, y la mortalidad infantil era altísima. La muerte siempre estaba presente.
En nuestros tiempos la medicina  evita la muerte a toda costa, y tu te puedes pasar intubado, en coma, con un respirador artificial, alimentado por una sonda durante  años. 
¿Es posible relacionarse de manera positiva con el Arquetipo de la Muerte?

La negación de la muerte ocurre en todos los niveles. El médico es el primero. Recuerdo el fallecimiento hace no mucho tiempo de un conocido jugador de fútbol. Le diagnosticaron sorpresivamente a los 40 años un cáncer avanzado. ¿Que hizo la medicina?: cirugía de inmediato, exámenes, hospitalización, quimioterapia, agotarlo. Del diagnóstico a su fallecimiento pasó un mes. ¿Era necesario pasar por todo ese doloroso proceso, lejos de su casa?... ¿No habría sobrevivido más tiempo si le hubiesen dejado en paz, con los que ama y sin dolor?.


Los ejemplos en medicina son muchos  de esta negación. En la cultura tampoco se toca del tema, ocurre. A veces hay un velorio, asistimos al ritual de un entierro, pensamos algunos segundos un "no somos nada", y le echamos pa´ adelante. Hasta que una noche se nos cae el cielo sobre nuestras cabezas y recordamos algo importante y fundamental.
Sicológicamente hablando, muchos después del evento, durante el fin de semana se despabilaron. Cuando estuvieron sanos y salvos, y miraron alrededor, se sientieron afortunados con una nueva responsabilidad. Ring ring. ¡O sea medio despertador el del sábado!. A levantarse niños. Se sugiere un nuevo nivel de conciencia. La energía salía de la tierra a borbotones.
Uno se queda tranquilito. Chao neurosis. No mas morderse las uñas ni la cabeza. ¿Deudas?, ¿conflictos en el amor?, ¿sufrías por el abandono de tu padre a los 10 años?, ¿rollos por que no te gusta tu cuerpo?. Mil y un enredos se desvanecieron cuando fuimos desafiados durante dos eternos minutos en plena oscuridad.
¿Que hallaste bajo el dintel de la puerta?.
Hay una vida que nos espera. Todo lo demás es paja. La muerte es el contrapunto necesario para apreciarla.
El terremoto fue un "memento mori", un recordatorio de la muerte. Ella es un arquetipo, un evento fundamental en la existencia, y no podemos hacer de avestruzes y meter la cabeza dentro de la tierra como si no existiera. ¿Como vive un griego del año 450 AC, teniendo que concentralo todo en 25 años?.
Cuanto mas ignoramos la muerte, mas ella intenta recordarnos de que existe. Sin saber de donde, repentinamente se nos aparece. Oli. Bu.  No es raro que se nos  presente en un sueño. ¿Y para qué?. Para vivir con mas conciencia, para distinguir entre lo que es prioritario en mi vida de lo que me hace perder el tiempo y mi energía. Enfrentados a un diagnostico de una enfermedad mortal ¿cambiaría el orden de la lista?...


Pero para que esperar una biopsia positiva para comenzar a vivir  y dejar la neurosis en un cajón. Los pueblos originarios tenían una relación  cotidiana con la muerte, y a esa cercanía le llamaban "la muerte como consejera". Los "toltecas" dicen que ella camina siempre detrás de nosotros a la izquierda.
¿A quien preguntarle sobre lo que debo hacer?: ¿al cura?, ¿al psiquiatra?, ¿al papá?, ¿al jefe?, ¿al amigo?, ¿al marido?, ¿al sentido común?, ¿al diario?...
Que tal si usamos a la muerte como maestra. Ella me recuerda que no soy inmortal y cualquier día de estos me viene a buscar. Muerte, ¿que hago con esta pega?... Muerte ¿que resuelvo entonces con esta relación afectiva?... Muerte ¿que sueños tengo pendientes?. Ella entrega claridad y nos enseña que no podemos  perder tiempo en leseras. No hay espacio ni ganas para las culpas, para los orgullos, para la paja eterna, para el daño que mi mamá me hizo.
No hay mejor terapeuta que la muerte. "Ay mísero de mí, y ay, infelice", exclama Segismundo, el ciudadano común. Un buen tratamiento para las quejas es: vete a la Posta 3 un día Viernes a las 23 horas. Siéntate en la sala de espera. Quédate ahí hasta las 2 AM. Y sólo mira y escucha y siente.
Dos opciones con la muerte:  podemos temerle o podemos usarla como consejera, y sacar de ella poder personal. Cuarenta años de una vida con los ojos bien abiertos parecen más interesantes que ochenta años de temor y aburrimiento.
El terremoto  nó sólo nos deja lecciones de infraestructura. Nos devolvió a todos  de una patada al aquí y al ahora, en especial si vivíamos ahogándonos en una taza de leche o residíamos en Andrómeda. El renacer de entre los escombros rige tanto para afuera como para adentro.
La cantidad de energía que fué liberada es enorme. Alcanzó Japón, Rusia, Hawaii, Australia, alcanzando nuestro ser además del paisaje. Destrucción y creación.
Mucho mejor que "por la Razón o la Fuerza" es el lema del escudo de armas de  Pedro de Valdivia, que reza: "La muerte menos temida da mas vida". 
Pregúntale algo a la muerte,  a ver que te responde.





3 comentarios:

  1. La mañana anterior al desastre, tres aguiluchos visitaron nuestra casa y se instalaron en el vidrio de arriba, en la noche la luna nos miraba por el mismo vidrio, luego despertamos con la casa crujiendo como un barco viejo, la muerte se nos tiraba encima y abandonamos nuestros árboles para volver a la ciudad y aún no nos despabilamos

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  2. Mucho mejor que "por la Razón o la Fuerza" es el lema del escudo de armas de Pedro de Valdivia, que reza: "La muerte menos temida da mas vida"....claro que si....y tambien lo podriamos poner en el nuevo logo del gobierno de chile

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  3. Me sorprendió esa noche, en medio del terremoto, reconocer que todo lo que valía para mí se reducía a tener abrazadas a mis dos hijas. Me sentí muy libre y desde ese día he andado más ligera.

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