09 abril 2010

El Ánimus(2): el Sultán.


Una mujer de 40 años sueña:
"Estoy en una casa muy grande. Hay otras mujeres que no conozco. En ella vive un Sultán. Es un hombre muy importante. El va a tomar una nueva mujer hoy. Decidirá entre todas las mujeres presentes. Yo en el sueño pienso: "seré amorosa y obediente para que me escoja". Sin embargo el Sultán elige a otra mujer, más joven que yo".
Muy interesante sueño. Hemos estado conversando en El Arte de Soñar, sobre la figura interior, inconsciente y de sexo contrario: el ánima y el ánimus. Bueno que te leas este posteo primero, y este otro despúes, si no lo has hecho, para entender lo que conversaremos aquí.
Quedamos en que el ánimus, la experiencia de lo masculino en la psique de una mujer, podía tener cualidades positivas y/o negativas. Éste ánimus lo podíamos reconocer ora porque la mujer lo proyectaba fuera, escogiendo cierto tipo de hombres, ora porque se presentaba como un hombre desconocido en los sueños de las mujeres. 
¿Quién es este Sultán?... ¿vivirá en Patronato?... a la vuelta te lo cuento todo.

Como hombre que era, Jung no profundizó mucho en la estructura del ánimus. De hecho fue un tanto duro con las mujeres en varios pasajes (hablamos de 1920 donde las chiquillas no tenían ni derecho a voto), y se interesó mas en describir los vericuetos y secretos del ánima, a quien entendía más, por tener él un contacto fuerte con sus figuras femeninas inconscientes que fueron apareciendo en el curso de su vida. Es posterior a Jung que se describe con mayor claridad el hombre interior en la mujer, el ánimus.
Conversamos sobre el ánimus negativo, y cómo este podía aparecer en la figura de ladrones, vampiros, violadores, tanto en la mitología como en los sueños de las mujeres.
Una mujer poseída por un ánimus negativo, tiene dentro de sí lo feo, lo malo, lo peligroso asociado con lo masculino. Algunos de estos elementos son la destructividad , la violencia, el poder. Está claro que lo masculino  arquetípico es mas agresivo que lo femenino. Los hombres son los que manejan los tanques, vuelan los F 16, te salen a cogotear a medianoche y eran hombres los que en el bombardero B-29, el "Enola Gay" (ironía del destino lo de gay), lanzaron la primera bomba atómica sobre Hiroshima.
Un rasgo de un ánimus negativo puede ser esta violencia, que se expresara de alguna manera y por alguna vía, directa o indirecta,  en la mujer. Hay mujeres duras, severas, castigadoras, donde el femenino se vislumbra poco. A pesar de tener sus genes XX, de vestirse como mujeres, psiquicamente son más hombres. Por ejemplo, Margaret Tatcher, la "dama de hierro", Primera Ministro de Inglaterra en la época de la Guerra de las Malvinas. No dudó un minuto en mandar la flota británica sobre las isla. Galtieri y cía. debieron asesorarse por un experto en asuntos del inconsciente antes de enfrentarse a esa mujer manejando poder, y   no tenían idea con la chichita que se estaban curando.
Un ánimus negativo, con rasgos violentos, conduce a la mujer a la intriga y la malicia, a los pensamientos calculadores, a desear el mal e incluso la muerte de alguien. 


Jung relata el acto fallido de una paciente. Ella era casada durante muchos años y en una sesión deslizó: "cuando uno de nosotros muera me trasladaré a la Riviera". Jung paró la oreja. En buen castellano y traduciendo lo que esta mujer quiso decir fué: "cuando muera mi marido, que es lo que inconsciente y fehacientemente más deseo, me ire a la Riviera francesa a disfrutar de la vida, cosa que ahora no puedo hacer con este hincha pelotas".
Una mujer con ánimus negativo destructivo (ojo que es inconsciente pues ella ignora que tiene un hombre interno y que tiene ciertos rasgos y que se expresan en acciones), podría eventualmente controlar de manera intrigante a su familia, y la conduce con mano de hierro, golpeando a sus hijos en el proceso, física o psicológicamente, para "educarlos" bien o mantener su poder. En cualquier telenovela mexicana encontrarán el personaje.
El poder se asocia con lo masculino también. Hay mas millonarios que millonarias, mas presidentes que presidentas, mas gerentes que gerentas, mas generales que generalas, y en el Consejo de Seguridad de la ONU, los países que lo integran, ponen hombres en esos asientos.
Una mujer puede tener a su ánimus teñido por el deseo de poder. Hay dos maneras que se exprese: o ella se busca afuera un hombre con poder o ella lo ejerce por sí misma. Lo mismo en el caso del ánimus violento: o ella es violenta, o se busca un desgraciado golpeador. Es el mismo ánimus violento y poderoso,  solo que varia cómo y dónde se presenta.
Me recuerdo de Condoleezza Rice, Secretaria de Estado de George Bush, y una de sus principales "halcones", aquellos que aconsejaron a Bush: "ataca Irak porque tiene armas de destrucción masiva". Ella por fuera luce encantadora, pianista, sin embargo es soltera y sin hijos, ligada al poder pero lejana del amor.   Mónica Madariaga lo mismo. Ministra de Pinochet, mujer inteligente, sin embargo tambien soltera, sin hijos, torpe en las emociones y sin amor. Ánimus que acercan a la mujer al poder, pagando el costo de condenarlas al no amor. Ambas expresaron por sí mismas su ánimus, y  no lo proyectaron sobre una pareja.
Volvamos entonces a nuestro sueño. El símbolo principal y evidente es "el Sultán" que son tipos poderosos, machistas,  polígamos, que tienen un harem de mujeres. La soñante se siente atraida y ligada con esta figura masculina. Porque en el sueño pudo haberse marchado de la casa, o dicho ¡puaj!, yo no entro en este concurso. No, ella va y quiere competir con las otras mujeres, desea ser elegida como la próxima esposa para formar parte del harem.
Aqui tenemos que el Sultán representa en su psique, un ánimus negativo asociado con el poder y el dominio sobre las mujeres: un sultán no es el príncipe encantado, es mujeriego, puede ser violento, y tiene muchas mujeres, pudiendo en cualquier momento rechazar una esposa y tomar otra favorita. En su vida real la soñante no ha vivenciado por sí misma este ánimus, como Condoleezza o la Tatcher. Lo ha proyectado fuera sobre el marido. Éste es un empresario brillante, con mucho poder, y que frecuentemente tiene amantes. La soñante ha vivido a la sombra de este hombre, dedicándoselo todo, sin desarrollarse por ella misma y haciendo la vista gorda con las amantes. Mientras ella obtenga  a través de él una parcela de poder la relación estará bien. Pero aqui no hay amor. Es una relación que después de 15 años esta hecha pedazos, un matrimonio unido exclusivamente por los hijos y los elementos inconscientes comentados. Ella como la Madariaga se liga al poder, en este caso a través del marido, con el costoso precio del desamor.
El Sultán va a tomar una nueva esposa, o sea que ya no tiene tanto intereé en ella. No es mas la favorita. "Debo ser obediente", se dice. El sultán será mi voz masculina, entonces renuncio al hombre propio y lo proyecto en mi marido. Yo seré una geisha, la nueva esposa, la que cuidará de su harem. Sin embargo el no la escoje. La obediencia a estas alturas ya no le sirve de nada. El quiere carne nueva, mas joven. El la abandona 4 meses después del sueño por una mujer de 19 años.
Los ánimus negativos tienen entre muchas, esa consecuencia: mujeres empoderadas por sí mismas o por su pareja, pero distantes del amor, que es la cualidad fundamental del arquetipo de lo femenino. Las mujeres tienen una mayor capacidad de amor que los hombres. Esta dado biológicamente ya en el amor incondicional por su cría y el hecho de amamantarlo y protegerlo. 
Si en el equilibrio entre lo femenino y lo masculino  en una mujer, predomina éste último,  la distancia con el amor aparece y es dolorosa.


1 comentario:

  1. "Si en el equilibrio entre lo femenino y lo masculino en una mujer, predomina éste último, la distancia con el amor aparece y es dolorosa."
    me dejaste helada.....

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