11 junio 2010

Las cuatro formas del ánima.


Hemos conversado sobre  el ánimus y el ánima. El primero es la personificación de las imágenes de lo masculino en la psique de una mujer, y la segunda, es lo femenino en la psique de los hombres.
Así como les conté que el ánimus tiene diferentes niveles de desarrollo, lo mismo ocurre con el ánima. Los hombres pueden quedarse fijados en determinadas imágenes del ánima lo que trae consecuencias en la vida real.
Un hombre debiera hincarle el diente a su ánima previo a emparejarse, de manera de no proyectar esta figura inconsciente en una mujer de carne y hueso. Y las mujeres por su parte debieran intuir y averiguar que tipo de ánima presenta el hombre que les interesa, antes de cometer lo que puede ser el error mas grande de sus vidas.
A continuación los niveles del ánima.

1. Eva. Corresponde al primer nivel y a la imagen mas primitiva de las mujeres. ¿Y cuál es esta?... que las mujeres son un instrumento de relaciones instintivas y biológicas y sirven para tener familia y procrearse. Bien básico, ¿no?...
Este estadio del ánima se corresponde con el arquetipo de la Madre.  El hombre inconscientemente busca aquí mujeres que se ajusten con esa idea: mujeres sólidas, cuidadoras, con un instinto materno muy desarrollado, que se encargarán de los quehaceres de la casa y cuidaran de la prole. Todos los hombres del Opus Dei se buscan una mujer así, que parirá como mínimo 7 hijos, se dedicará por entero a su hogar, y castrará cualquier intención de desarrollarse profesional o creativamente fuera de los límites de la familia.
Este hombre quiere a su mujer en la casa, alimentando a sus hijos, obediente a ese destino, y no le pide mas complejidades.
El asunto es que aquellos hombres que tienen a su ánima ligada en el nivel Eva o Madre, no permiten que esta se exprese en otras esferas. La sexualidad con esta mujer, que en un comienzo era normal, pronto cuando empiezan a llegar los niños, se va espaciando, y la inconsciente imagen que tiene de su esposa como Madre, le hace de a poco rechazarla sexualmente.


Me acuerdo de una película de Robert De Niro con Billy Crystal, "Analize me", donde Crystal es un psiquiatra que trata a un gangster que está pasando por un cuadro depresivo. Una noche muy tarde de Niro le hace llamar, porque está con una crisis de pánico. Ahí el psiquiatra descubre que De Niro tiene una amante (éste tiene esposa e hijos) y que no se lo había contado. Y el gangster De Niro le dice algo así como: "por supuesto que tengo una amante. ¿Quien si no te imaginas que me va a chupar el pene?. ¿Mi esposa, que con esa boca suya besa a mis hijos?".
Esta ánima hace que el hombre separe familia de sexualidad, y proyecte esto último fuera de su casa. Su mujer es sagrada, es la Madre que dio origen a sus hijos, y a una mujer así no se le toca con esas cochinadas. Para ello están las amantes y las putas, piensa él.
Ojo que para explicar los niveles tengo que caricaturizar un poco al personaje. Porque uno puede tener esposa, familia e hijos, pero no proyectar en ella exclusivamente el arquetipo de Eva, y sentirla como amante, como amiga y como compañera de un viaje espiritual.
El ánima es un arquetipo, y éstos tiene diferentes formas y expresiones. Quedarse sólo  con una forma causa problemas.

2. Helena. Este nivel viene de Helena de Troya, la mas bella mujer de su tiempo, y cuyo amor de Paris por ella desencadenó la larga guerra entre griegos y troyanos que destruyó a esta cuidad.
Aquí el ánima se liga a lo romántico, e incluye el amor. Se explica a través del arquetipo de La Amante. El hombre proyecta ahora sobre las mujeres el amor, lo estético, las relaciones sexuales. Ya no le interesa una madre que le cuide, sino una amante, un amor que lo transporte a los espacios del deseo y la pasión.
En este nivel se mueven todas la mujeres ligadas a la publicidad, las modelos, las imágenes de la mujer bella y deseada que nos venden,  y que subirá al hombre al Paraíso a través de sus besos y sus grandes y turgentes pechos. (¡uy me puse a transpirar!).
Las relaciones son menos seguras y estables que aquella con La Madre, sólida por definición. Aquí  son inestables, por ende mas apasionadas. ¿Que es la pasión sino el hecho de que el otro no me pertenece y se puede marchar en cualquier momento?. Una vez que las personas "se aseguran y atan", la pasión por lo general disminuye.



3. María. En el tercer nivel la mujer es sublimada mas allá de lo maternal y lo sexual. "¿Y hay algo mas que me pueda interesar de una mujer sino es lo maternal y lo sexual?", exclamará un hombre con los ojos desorbitados...
Pues la amistad, las ideas, el compañerismo, el compartir con las mujeres como iguales. María se refiere a la Virgen María, donde lo femenino se desprende de la carne.
Este es un nivel mas sofisticado donde un hombre tiene amigas, y valora , explora y busca en la mujer  sus ideas, su pensamiento, sus visiones del mundo. El se alimenta de la diversidad de imágenes y de definiciones de las cosas que lo femenino le propone.
Se corresponde con el arquetipo de La Guerrera, la mujer combativa, de mundo, desarrollada profesionalmente, independiente económicamente, intelectual, sofisticada, que pretende descubrir la verdad y luchar por ella. Conoce el día y la noche, la guerra y la paz.
Típica pregunta de los matinales de la televisión o de Yingo: ¿pueden los hombres ser amigas de las mujeres?... respondámosles: pues si tienen a su ánima en el nivel 1 o 2, definitivamente no. En el 1 le pedirán una cazuela, y en el 2 se le arrojarán encima. Un hombre con su ánima en María, en La Guerrera, si puede tener amigas.



4. Sophia. Es el nombre que le daban los griegos a la sabiduría. Ahora el hombre mira a una mujer en su conjunto. Ve sus aspectos positivos y negativos. La ve como madre, pero puede amarla, y además sentirla su compañera y amiga. La mujer no es encasillada rígidamente, es un todo complejo y variado.
Se corresponde con La Sacerdotisa o el arquetipo de La Maga, una imagen/idea de la mujer portadora de conocimiento y que pone al hombre en contacto con su alma, con su self.
Jung imaginaba al ánima en su aspecto más positivo como la mediadora entre el hombre y su alma. Ella es la musa inspiradora de los artistas, la Beatriz que persigue Dante en la Divina Comedia a través del infierno, el purgatorio y los cielos.
Sophia completa al hombre, y le permite acceder al sentimiento, al mundo de los símbolos y la intuición, a anotar y seguir sus sueños, a conversar con los seres que habitan en la montaña y las florestas. La mujer es aquí reverenciada, es sagrada, pero al mismo tiempo es animal, carne y naturaleza.





5 comentarios:

  1. Muy claro y didáctico tu artículo.

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  2. ¿dónde uno puede encontrar un hombre con ánima 3 o 4? tírense un dato...

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    1. presuntamente anónimoenero 27, 2022 2:32 a.m.

      en el mismo barrio donde viven las mujeres a la altura de un animus hermético que convierte las ideas puras en lenguaje...

      chistes malos sexistas podemos redactar todos.

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